Desde hace tiempo, parece que los estrenos de cine están monopolizados por los grandes taquillazos de los estudios de Hollywood. Los superhéroes de Marvel, las películas de catástrofes con The Rock o las versiones en acción real de clásicos de la animación copan las carterleras, y parece que el cine no estadounidense o independiente lo tiene más difícil para llamar la atención del público.
Estas películas independientes pueden a veces recuperarse a través de plataformas de vídeo bajo demanda, o en DVD, y en los últimos cinco años ha habido bastantes títulos a los que merece la pena dar una oportunidad, y que tocan géneros que van desde la ciencia ficción al terror, el drama familiar o la comedia romántica.
‘Winter’s bone’
(Debra Granik. 2010)
Ésta fue la película que descubrió a Jennifer Lawrence, que logró por ella su primera nominación al Oscar. ‘Winter’s bone‘ nos lleva hasta el interior del estado de Missouri, a una región montañosa y pobre en la que la gente malvive del trapicheo de fármacos, básicamente. Su protagonista es Ree, una adolescente que sale en busca de su padre después de que éste no se presentara al juicio para determinar su fianza, para la que puso su casa como aval. Es una película fría que nos mete en un entorno sin esperanza y muy hostil hacia los de fuera, y Lawrence está sensacional como Ree. Su interpretación fue su principal`carta de presentación para hacerse con un personaje no tan distinto de Ree como es Katniss Everdeen en ‘Los juegos del hambre’.
‘Whiplash’
(Damien Chazelle. 2014)
‘Whiplash’ es pura adrenalina y tensión, esa una película sobre músicos de jazz que, en realidad, parece a veces más un thriller. J.K. Simmons se llevó un merecido Oscar al mejor actor secundario por su tiránico director de orquesta, alguien que maltrata psicológica, y a veces hasta físicamente, a sus pupilos para sacar lo mejor de ellos, y en cuyas manos se pone Andrew, un estudiante de batería que sueña con ser el mejor batería de jazz de todos los tiempos. Sí, Andrew es una víctima de los métodos de Fletcher, pero él también lleva dentro su pequeño tirano en su búsqueda de la excelencia. Las escenas musicales y, en especial, el último concierto son todo un espectáculo, y el duelo interpretativo entre Simmons y Miles Teller, de altura.
‘The Babadook’
Películas de terror indies ha habido unas cuantas muy notables en estos últimos cinco años (‘It follows‘ es el hallazgo de este año, por ejemplo), y entre ellas hay que mencionar ‘The Babadook‘ como una de las más sorprendentes. Sus protagonistas son una madre que aún no ha conseguido superar la muerte de su marido, seis años antes, y su hijo, al que le dan miedo los monstruos imaginarios y que descubre un libro, Mr. Babadook, que le va a dar las peores pesadillas de su vida. La crítica se rindió, en general, a la manera en la que la película construye la atmósfera alrededor de madre e hijo y cómo acaba apostando más por una genuina sensación inquietante y de que algo terrible va a pasar, más que por el terror puro y duro.
‘Boyhood’
(Richard Linklater. 2014)
Ganadora del Oscar a mejor actriz secundaria para Patricia Arquette, y nominada como mejor película, ‘Boyhood‘ es, en realidad, una historia pequeña pero grande al mismo tiempo; la del paso de la niñez a la edad adulta de Mason, un chaval normal y corriente, cuyos padres están divorciados, y al que seguimos desde que tiene seis años hasta que empieza la universidad. En su momento, lo que se llevó más atención fue su inusual método de rodaje, en el que los actores se reunían durante unos días todos los años, durante doce, para ir mostrando el paso del tiempo en ellos. Eso acrecienta la sensación de que nos estamos asomando a la vida de una persona, de que vemos lo que él recuerda como los momentos definitorios de su existencia. El personaje de su madre acaba siendo, en gran parte, la otra gran protagonista de la historia.
‘Las ventajas de ser un marginado’
(‘The perks of being a wallflower’. Stephen Chbosky. 2012)
El género teen, o de películas de instituto, también ha vivido últimamente cierta renovación con algunos directores independientes que optan por contar historias de su adolescencia, o con las adaptaciones de libros de John Green, protagonizadas por jóvenes que leen a Walt Whitman y se sienten marginados. En esa misma línea llegó ‘Las ventajas de ser un marginado‘, basada en una novela de Stephen Chbosky y que fue la primera película de Emma Watson después de que acabara la saga de Harry Potter. Su personaje central, Charlie, se hace amigo de los chicos que no encajan en ninguno de los grupos sociales del instituto, y su retrato, y la sensación de que hay algo que no acaba de encajar en él, es lo que hace destacar a la cinta.
‘Una chica vuelve a casa sola de noche’
(A girl walks home alone at night. Ana Lily Amirpour. 2014)
El debut en la dirección de esta cineasta estadounidense de origen iraní no puede ser más particular. ‘Una chica vuelva a casa sola de noche‘ es una historia de vampiros, un western, un drama social con camellos y un chico que quiere escapar de una ciudad sin expectativas, y su protagonista es una vampiresa que sale a la calle con hiyab, que se mueve en monopatín y que no puede ser más hipster en sus gustos musicales. La sorpresa que causó la cinta, rodada encima en blanco y negro y en farsi, y con un sutil sentido del humor, la convirtió en una de las películas más recomendadas del año pasado, sobre todo por su mezcla de géneros y cómo desafía todas las expectativas que podamos tener sobre una historia de vampiros iraníes.
‘Buried’
(Rodrigo Cortés. 2010)
El realizador Rodrigo Cortés había debutado en 2007 con ‘Concursante‘, una historia sobre las desgracias que le acarreaba a un tipo corriente ganar tres millones de euros en un programa de televisión. Ahí llamó un poco la atención de la crítica española, pero se consagró tres años después con ‘Buried (Enterrado)‘, una película que transcurre enteramente en el ataúd en el que ha sido enterrado vivo Paul, conductor para una de las empresas privadas que trabajan en Irak a sueldo del gobierno estadounidense. Durante 90 minutos, estamos encerrados ahí con él, viendo cómo intenta averiguar qué está pasando a través del teléfono móvil que tiene dentro con él, sintiendo su claustrofobia y el aumento de la tensión conforme se va quedando sin tiempo, y sin aire.
‘Otra Tierra’
(‘Another Earth’. Mike Cahill. 2011)
¿Qué pasaría si, una noche, apareciera en el cielo una réplica exacta de la Tierra, con su Luna y todo? ¿Y si esa misma noche ocurriera algo que da un vuelco total a tu vida? Eso es lo que le pasa a la protagonista de ‘Otra Tierra’, una original película de ciencia ficción que dio a conocer a la actriz Brit Marling. Ella es Rhoda, la joven que sufre un hecho bastante traumático esa histórica noche y que se pasa toda la cinta intentando superarlo y hacer lo correcto. La presencia de esa otra Tierra, de ese reflejo de nuestro planeta, planea constantemente sobre lo que es más un estudio de personajes, planteando de fondo la clásica cuestión de qué hubiera pasado si los eventos de aquella noche no hubieran tenido lugar, y si merece la pena seguir anclado en su recuerdo.
‘Martha Marcy May Marlene’
(Sean Durkin. 2012)
Elizabeth Olsen es otra joven actriz que se hizo conocida gracias a la repercusión que tuvo una película independiente, en este caso una tan especial e inquietante como ‘Martha Marcy May Marlene‘. Ella da vida a una joven que se escapa de una secta y que vuelve a casa de su hermana, pero su percepción de la realidad está distorsionada por su experiencia, que la película nos cuenta de forma paralela a ese regreso al entorno familiar. La cinta tiene una atmósfera como de mal sueño, de irrealidad, que sirve perfectamente para explorar el intento de Martha por dejar de ser Marcy May, y cómo no es tan sencillo como, simplemente, huir de la granja en la que viven los miembros de la secta. Y nosotros tampoco podemos estar seguros de que lo que estemos viendo sea del todo verdadero.
‘La vida de Adèle’
(‘La vie d’Adèle’. Abdellatif Kechiche. 2013)
El descubrimiento del primer amor, pero del primer amor de verdad, uno que intoxica, absorbente, que quieres devorar a grandes bocados y que no quieres que acabe nunca. Eso es lo que cuenta ‘La vida de Adèle‘, una película que dio mucho que hablar hace dos años no sólo por sus muy explícitas escenas de cama, sino por la polémica posterior entre el director y sus dos actrices, las sensacionales Lea Seydoux y Adèle Exarchopoulos. Basada en el cómic ‘El azul es un color cálido’, es una inmersión completa en, como dice su título, la vida de Adèle, su total enamoramiento de esa chica con el pelo azul que le cambia por completo la vida (que le mueve el piso, que dirían los canarios), y cómo va evolucionando su relación con el paso del tiempo.
‘Under the skin’
(Jonathan Glazer. 2013)
No hay en esta lista una película tan extraña, tan austera, que pida tanto del espectador y tan alienígena, nunca mejor dicho, como ‘Under the skin‘, la cinta que demostró hace dos años que Scarlett Johansson puede hacer bastante más que «patear culos» con maestría como la Viuda Negra en las películas de Marvel. Glazer adapta un libro de Michel Faber sobre una extraterrestre enviada a la Tierra para asesinar a hombres jóvenes y extraerles su energía. El personaje de Johansson no tiene nombre y apenas habla, su mirada hacia el mundo es de completa extrañeza y desconocimiento, y buena parte de sus recorridos por Glasgow buscando víctimas se rodaron con cámara oculta y entre la gente. ‘Under the skin’ no deja indiferente a nadie, y tiene también una de las bandas sonoras más originales en mucho tiempo, que potencia la personalidad de la cinta.
‘La desaparición de Eleanor Rigby’
(‘The disappearance of Eleanor Rigby’. Ned Benson. 2013)
El caso de esta película es bastante curioso, porque aunque en cines se estrenó como una sola, en realidad son dos filmes, ‘Ella’ y ‘Él’, y cada uno cuenta la separación de una pareja desde el punto de vista de uno de los cónyuges. De hecho, así es como hay que acercarse a ‘Eleanor Rigby’, viendo las dos películas, en el orden que queramos. Las dos ofrecen, en conjunto, una mirada llena de matices, de humor y de comprensión hacia los intentos de Eleanor y Conor por superar un hecho traumático de su pasado y por encontrar su camino en la vida lejos del otro. ‘La desaparición de Eleanor Rigby‘ es un drama de personajes muy bien interpretado, pero no es una comedia romántica, como hacía creer su trailer, aunque deje caer de vez en cuando pequeños momentos cómicos.
‘El año más violento’
(‘A most violent year’. J.C. Chandor. 2014)
1981 fue un año de gran violencia y con altos niveles de criminalidad en la ciudad de Nueva York. También es el año en el que Abel Morales quiere expandir su negocio de transporte de fuel, aunque sus competidores se lo pongan difícil. El negocio está lleno de prácticas corruptas y casi mafiosas, pero él quiere llevar un negocio limpio. Así arranca ‘El año más violento‘, una película con evidentes deudas a las historias criminales de los 70 y protagonizada por dos personajes, como Morales y su mujer, dispuestos a casi lo que sea para hacer realidad sus ambiciones y sus sueños. Porque eso es lo que Abel persigue, el sueño americano del hombre hecho a sí mismo, y no va a permitir que nadie le quite esa oportunidad.
‘Shame’
(Steve McQueen. 2011)
La segunda colaboración entre el director Steve McQueen y el actor Michael Fassbender fue esta historia de un adicto al sexo, ‘Shame‘, que va más allá de la fijación de Brandon con las mujeres y los encuentros sexuales. Sus personajes están en una situación de estancamiento vital, y no está claro que se planteen salir de ella. Fassbender se quedó muy cerca de estar nominado al Oscar, y la cinta fue el descubrimiento definitivo de McQueen después de ‘Hunger’, pero antes de su consagración, sobre todo en los premios de la Academia de Hollywood, con ’12 años de esclavitud’.
‘Blue Valentine’
(Derek Cianfrance. 2011)
En el apartado de historias de amor, y desamor, pocas películas llegan a tocar al espectador tan adentro como ‘Blue Valentine‘, en la que Ryan Gosling y Michelle Williams dan vida a una pareja que, más que verla enamorarse, la vemos decidir que ya no pueden seguir juntos. Su director, Derek Cianfrance, aplicó su experiencia en el terreno de los documentales a una historia mucho más descarnada de lo que puede hacer parece su trailer, explorando en detalle lo que pasa cuando un matrimonio lleva demasiados años de vida en común. Cianfrance repitió con Gosling como protagonista en otra película también bastante particular, ‘Cruce de caminos‘.
‘Take shelter’
(Jeff Nichols. 2011)
¿Está Curtis loco, o realmente está teniendo visiones de que se acerca el día del fin del mundo? Esa pregunta sostiene toda ‘Take shelter‘, una película que descubrió al gran público al actor Michael Shannon, verdaderamente impresionante como ese hombre corriente que se obsesiona con construir un refugio ante la inminente llegada de una tormenta apocalíptica. Esa obsesión afecta a su relación con su familia, afecta a su propia salud mental, y va desarrollándose hasta llegar a un final que ha dado pie a todo tipo de interpretaciones. ¿Es Curtis un profeta del apocalipsis? ¿Está simplemente enfermo, padece el mismo trastorno mental que tenía su madre?
‘Sobran las palabras’
(‘Enough said’. Nicole Holofcener. 2013)
Una de las últimas películas que James Gandolfini rodó fue esta comedia romántica que se sale un poco del molde típico del género. ‘Sobran las palabras‘ sigue a una madre divorciada cuya hija está a punto de irse a la universidad, que trabaja como masajista y que conoce en una fiesta a una poeta que la contrata para que le dé varios masajes y, por otro lado, a otro padre divorciado que también tiene una hija que se marcha a la universidad, y con el que empieza una relación para la que no sabe si está preparada. Es una cinta muy natural, divertida, con mucho encanto, y en la que destaca no sólo Gandolfini, sino una Julia Louis-Dreyfus espléndida. Ambos desarrollan una química muy natural.
‘Lo que hacemos en las sombras’
(‘What we do in the shadows’. Jemaine Clement y Taika Waititi. 2014)
El falso documental es un género muy explotado por el cine, pero ‘Lo que hacemos en las sombras‘ consigue darle la vuelta de tuerca justa para presentarlo como algo fresco haciendo que sus protagonistas sean cuatro vampiros que comparten casa en Wellington (Nueva Zelanda). Y ya está. Sin embargo, ese punto de partida le da a la película un material casi inagotable para sus chistes, que casi todos están derivados del contraste entre una vida cotidiana muy mundana y que sean vampiros quienes la llevan. Su humor es del tipo deadpan, que dicen los ingleses, el dicho con cara de palo, y resulta muy efectivo.
‘Sólo los amantes sobreviven’
(‘Only lovers left alive’. Jim Jarmusch. 2013)
Una lista de películas independientes no podía cerrarse con otro que no fuera Jim Jarmusch, uno de los «padrinos» del indie, cuyo último trabajo es una historia de vampiros que no puede ser más diferente de las épicas y románticas que se pusieron de moda no hace mucho. ‘Sólo los amantes sobreviven‘ sigue a una pareja de vampiros a los que la vida eterna ha dejado aburridos, desengañados y sin interés por seguir chupando sangre. Su mundo es decadente y melancólico, y ellos se dedican a hablar sobre arte, sobre cultura pop y sobre música. Si sólo conocéis a Tom Hiddleston de las películas de Marvel (como la saga de Thor), vais a descubrir aquí otro lado de él muy interesante.
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«Una chica vuelve a casa sola de noche» me pareció pésima, una película sin pies ni cabeza, lamento el tiempo que perdí viéndola, para nada la recomiendo.