¿Cuál es la mejor película de la historia? Periódicamente, alguna institución o revista cinematográfica elabora su propio canon con las películas imprescindibles para cualquier cinéfilo, las más importantes y las mejores. Puede estar liderada por ‘Ciudadano Kane’ o ‘Vértigo’, la lista garantiza debates interminables y propósitos de visionados entre los aficionados.
Los editores de Philips TV hemos elaborado nuestro propio canon, nuestra lista de 50 películas que tienes que haber visto ya, y que son un repaso por algunos de los cineastas, géneros y títulos fundamentales del séptimo arte. Por supuesto, faltan muchas, pero con 50 ya hay una lista bastante amplia de películas que ver por primera, o por enésima vez.
‘Casablanca’
«Casablanca. Michael Curtiz. 1942»
La historia de Ilsa y Rick y su reencuentro en un café de Casablanca al inicio de la Segunda Guerra Mundial es una de las películas más citadas, homenajeadas y parodiadas de la historia del cine. Convirtió a Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en iconos de la cultura popular, y la historia de su rodaje es casi tan apasionante como la película, que es uno de los mejores ejemplos del cine que se hacía en la época de los grandes estudios de Hollywood. Cantemos todos con Sam: «You must remember this, a kiss is still a kiss«.
‘El padrino’
«The Godfather. Francis Ford Coppola. 1972»
La monumental trilogía de Coppola sobre la familia mafiosa Corleone es una de las mayores hazañas de la historia del cine (que el propio director superaría después con ‘Apocalypse Now’). Michael no quiere seguir los pasos de su padre, Vito, dentro de la mafia italiana de Nueva York, pero enseguida se dará cuenta de que no es tan fácil escapar de su destino. No sólo ‘El padrino’ es visionado imprescindible, también lo son sus dos secuelas y, sobre todo, la segunda. Es una de las películas más influyentes del séptimo arte.
‘El Imperio contraataca’
«The Empire strikes back. Irving Kershner. 1980»
Está considerada la mejor de la trilogía original de ‘Star Wars’, ampliando el mundo presentado en la primera película y profundizando más en sus personajes. ‘El Imperio contraataca’ es la cinta en la que Luke descubre quién es realmente, en la que Leia y Han se involucran mucho más en la rebelión y en la que hay diálogos y escenas que han pasado a la historia del cine. Merece que se mencione que en su guión, además de Lawrence Kasdan, participó Leigh Brackett, una guionista del Hollywood más clásico.
‘En busca del Arca Perdida’
«Raiders of the Lost Ark. Steven Spielberg. 1981»
El espíritu de las matinés, de las películas de aventuras de los años 30 y 40 impregna las peripecias del arqueólogo más famoso del mundo, el doctor Henry «Indiana» Jones. La cinta cimentó el estatus de estrella de Harrison Ford y el de Spielberg como realizador capaz de llevar al espectador a aventuras impresionantes y divertidas. Su mezcla de humor, búsqueda de elementos míticos, malos malísimos y héroe clásico con gran carisma ha sido muy copiada posteriormente, pero sin igualar a Indy y sus viajes por medio mundo.
‘Primera plana’
«The front page. Billy Wilder. 1974»
Adaptaciones de la obra de teatro ‘The front page‘ ha habido varias. En los 40, Howard Hawks hizo ‘Luna nueva’, que tiene algunos de los diálogos más veloces del cine, y treinta años después, Billy Wilder potenció el factor de sátira del periodismo más carroñero con esta historia de un reportero que quiere abandonar, el director del periódico que intenta evitarlo por todos los medios y la historia de un condenado a muerte que todo el mundo quiere cubrir. Walter Matthau y Jack Lemmon llevan aquí su química a los más altos niveles cómicos.
‘Cantando bajo la lluvia’
«Singin’ in the rain. Stanley Donen. 1952»
Stanley Donen y Gene Kelly llevaron el musical clásico de Hollywood casi a su máxima expresión en esta película que, además de incluir una de las canciones más famosas de la historia, recrea el paso del cine mudo al sonoro, un salto que acabó con las carreras de muchos actores y directores. Está repleta de números musicales memorables, de divertidas situaciones humorísticas y de una energía que ya quisieran para sí muchas películas modernas. Y, después de ésta, es imprescindible también ver ‘West Side Story‘.
‘La fiera de mi niña’
«Bringing up Baby. Howard Hawks. 1938»
Un paleontólogo con un valioso hueso de dinosaurio, una rica y excéntrica joven y un leopardo. Esos son los elementos con los que se construye una de las mejores y más alocadas screwball comedies de la historia, una película repleta de situaciones absurdas y sumamente divertidas y con unos Katharine Hepburn y Cary Grant entregados a sus papeles, y sin ningún sentido del ridículo. Peter Bogdanovich haría una suerte de remake en los 60 con Ryan O’Neill y Barbra Streisand. Era divertido, pero no era lo mismo.
‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’
«Pedro Almodóvar. 1988»
La carrera internacional de Almodóvar despegó con esta comedia sobre una actriz de doblaje que no consigue superar que la deje su amante. Es la mejor colaboración entre el director y Carmen Maura, y consigue mezclar a la perfección el melodrama clásico que tanto le gusta a Almodóvar y la comedia un poco excéntrica de sus inicios, con esa Julieta Serrano dispuesta a todo para vengarse. Estuvo nominada al Oscar a mejor película en habla no inglesa y ha tenido hasta su versión musical en los teatros de Londres, después de fracasar en Broadway.
‘Annie Hall’
«Woody Allen. 1977»
La comedia romántica ha dejado grandes películas para la historia del cine, aunque ahora sea un género muy denostado. Una de ellas es ‘Annie Hall’, que también es de las obras cumbre de Woody Allen contando la relación entre su personaje y el de Diane Keaton, una insegura joven que hace que él se replantee su miedo al compromiso y gran parte de su vida. Esta cinta marcó también un punto de inflexión en la carrera de Allen, que hasta entonces se había dedicado más a comedias un poco más absurdas.
‘Bienvenido, Mister Marshall’
«Luis García Berlanga. 1953»
Quizás la película más conocida de Berlanga (aunque la mejor sea ‘El verdugo‘) es ésta sobre un pueblo castellano que quiere impresionar a los americanos que llegan a España para repartir el dinero del Plan Marshall, que debía ayudar a Europa a reconstruirse tras la Segunda Guerra Mundial. Berlanga, Juan Antonio Bardem y Miguel Mihura en los diálogos radiografían con certeza la España gris y pobre de la época, y lo llenan todo de chistes memorables, y muy negros, gracias a un inmenso Pepe Isbert.
‘Blade Runner’
«Ridley Scott. 1982»
En su momento, ‘Blade Runner’ fue un fracaso, tanto de crítica como de público. Pero pocas películas ha habido más influyentes, sobre todo en lo estético. Adapta muy libremente un relato de Philip K. Dick y lo convierte en una película noir futurista centrada en un detective que busca a replicantes, androides con apariencia humana que quieren dejar de estar al servicio de los humanos. La música de Vangelis, la ciudad oscura, lluviosa y llena de anuncios luminosos, la impenetrabilidad de Deckard, las aspiraciones de libertad de Roy Batty… Todas han pasado a la historia.
‘La quimera del oro’
«The Gold Rush. Charles Chaplin. 1925»
Chaplin, Buster Keaton y Harold Lloyd son los tres grandes de la comedia física y los gags visuales (algunos, muy arriesgados) del cine mudo. El primero se hizo famosísimo gracias a su personaje, Charlot, un vagabundo que era una personificación de los personajes del vodevil, y que en esta película se va a Alaska atraído por la promesa de encontrar allí oro. Lo que encuentra son penalidades, claro, y todas ellas dan pie a algunas de las escenas más conocidas de la historia, como la cena de las botas.
‘Cuentos de Tokio’
«Tôkyô monogatari. Yasujirô Ozu. 1953»
El cine japonés de los 50 dio al mundo algunos de los mejores directores de la historia. El más conocido puede ser Akira Kurosawa, pero muchos críticos consideran a Yasujirô Ozu como el más destacado por películas como ‘Cuentos de Tokio’, una historia en apariencia sencilla sobre un matrimonio ya mayor que va a la ciudad a ver a sus hijos, descubriendo que éstos no tienen tiempo para ellos. Es una cinta sobre el paso del tiempo, sobre la vejez, y una fija en todas las listas de las mejores de la historia del cine.
‘Una noche en la ópera’
«A night at the opera. Sam Wood. 1935«
Los hermanos Marx inyectaron en el cine de los 30, que hacía muy poco que había abandonado el mudo por el sonoro, la tradición de los vodeviles neoyorquinos, con diálogos veloces y muy absurdos y personajes que siempre se las apañaban para timar a otros más ricos que ellos. ‘Una noche en la ópera’ encapsula buena parte de las características de sus películas, incluidos los números musicales y los chistes visuales a cada cual más surrealista. Si nos quedamos con ganas de más, el libro ‘Las cartas de Groucho‘ es de llorar de la risa.
‘E.T.’
«Steven Spielberg. 1982«
El cine familiar pocas veces ha alcanzado las cotas que logró con ‘E.T.’ La amistad entre el pequeño Elliott y ese extraterrestre perdido que quiere volver a su casa excitó la imaginación de toda una generación de niños, e hizo que sus padres recordaran lo que era tener esos sueños de aventuras imposibles. La música de John Williams, el célebre «teléfono, mi casa», la escapada en bicicleta… La película está llena de momentos icónicos, y es como un reverso de otra cinta anterior de Spielberg, ‘Encuentros en la tercera fase’.
‘Qué bello es vivir’
«It’s a wonderful life. Frank Capra. 1946«
Capra bien podía ser el director más optimista de Hollywood, el que siempre enfrentaba a personas corrientes a situaciones que no lo eran, pero en las que encontraban la manera de salir adelante. En el caso de George Bailey, esa situación es la depresión y pensamientos muy serios sobre el suicidio, lo que no deja de ser un arranque bastante particular para una película considerada un clásico navideño. A George lo ayuda un ángel que le enseña cómo sería el mundo sin él, y que sólo se ganará sus alas si lo convence de que merece la pena vivir.
‘La conquista del Oeste’
«How the West was won. Henry Hathaway. 1962«
La historia de la expansión de Estados Unidos hacia el Oeste durante el siglo XIX se cuenta siguiendo la vida de una familia, y buscando la mayor espectacularidad posible. Para ello se recurrió al Cinerama, que utilizaba una cámara con tres objetivos y una pantalla ligeramente curvada para ofrecer un formato panorámico, y se reclutó hasta a tres directores para rodar los diferentes segmentos de la película. Hathaway fue el que se encargó de más, pero allí también estuvieron John Ford y George Marshall.
‘El bueno, el feo y el malo’
‘Il buono, il brutto, il cattivo. Sergio Leone. 1966«
Las películas del Oeste estaban de capa caída hasta que llegó un director italiano, con un actor estadounidense entonces casi desconocido, y se fue a rodar al desierto de Almería lo que se conocería como spaghetti western, una vuelta de tuerca al género en el que el protagonista era un pistolero solitario, de pocas palabras y del que nunca sabemos su nombre, y que está movido por la venganza o por el dinero. Ése es el caso de esta cinta, que cierra la «trilogía del dólar» de Leone y de la que es también inseparable la música de Ennio Morricone.
‘El apartamento’
«The apartment. Billy Wilder. 1960«
Bud Baxter es un gris oficinista que presta a sus jefes su apartamento en el Upper West Side de Nueva York para que lleven allí a sus amantes, con la promesa de que Bud ascenderá así en la empresa. Lo que al principio él no sabe es que una de ellas es Fran, la ascensorista del edificio, y con la que Bud espera poder salir. Lo que parece una comedia romántica es, al mismo tiempo, una exploración de la dignidad y de la relación entre dos personas con vidas no demasiado emocionantes, interpretadas perfectamente por Jack Lemmon y Shirley MacLaine.
‘Desayuno con diamantes’
«Breakfast at Tiffany’s. Blake Edwards. 1961»
La imagen de Audrey Hepburn, con sus gafas de sol y su moño, tomándose un café y un donut delante del escaparate de la joyería Tiffany’s, en la Quinta Avenida de Nueva York, forma parte del imaginario colectivo de todos nosotros. Es el arranque de una película, basada en un libro de Truman Capote y llena de dobles sentidos, en la que la vulnerabilidad de Holly Golightly y el humor un poco absurdo de Edwards casan a la perfección.
‘Drive’
«Nicolas Winding Refn. 2011»
‘Drive’ es un ejercicio de estilo, una película noir con un personaje sacado de los westerns en su centro: el solitario sin nombre que llega a un sitio, ayuda a alguien y se marcha. El aspecto visual de la cinta, su banda sonora de tintes ochentenos y la chaqueta que lleva Ryan Gosling casi se comen la historia de un conductor que trabaja para los criminales que le puedan pagar y que conoce a una joven madre en apuros. Y no hay que contar más.
‘Ciudadano Kane’
«Citizen Kane. Orson Welles. 1941»
Welles tenía sólo 26 años cuando acometió la dirección de esta monumental película que cuenta la historia del magnate de los periódicos, Charles Foster Kane, a través de los reporteros que intentan averiguar el significado de lo último que dijo antes de morir: Rosebud. Los críticos la consideran la mejor película de la historia del cine, y en su momento se vio rodeada de cierta controversia porque se creía que, en realidad, Kane estaba basado en William Randolph Hearst.
‘La semilla del diablo’
«Rosemary’s baby. Roman Polanski. 1968»
¿Es el bebé de Rosemary el hijo del Diablo? ¿Son sus vecinos miembros de un culto satánico? ¿Está su marido involucrado?¿Es todo esto real? Esas son las dudas que construyen este thriller psicológico de Polanski, una de las historias de terror más efectivas porque aquello de lo que Rosemary tiene miedo está en su propia casa. Además, el corte de pelo de Mia Farrow se convirtió en todo un icono de la moda en la época.
‘La historia interminable’
«Die unendliche Geschichte. Wolfgang Petersen. 1984»
Es sumamente curioso que el director de ‘El submarino‘ se encargara de la adaptación al cine de la novela de Michael Ende, una de las historias más originales de la literatura. Su protagonista es Bastian, un niño que se refugia en un libro que cuenta las aventuras de Atreyu por salvar el reino de Fantasía de la Nada. De hecho, Bastian acaba «absorbido», literalmente, por el libro, y es la única posibilidad de salvación del reino.
‘Centauros del desierto’
«The Searchers. John Ford. 1956»
Décadas antes de que se pusiera de moda desmitificar el western, John Ford y John Wayne ya lo hicieron en esta película, una historia movida por las ansias de venganza y el odio personificados en Ethan Edwards, que sale en busca de su sobrina, raptada por los indios. La complejidad emocional de la cinta ha dado para todo tipo de interpretaciones, y el director dejó también uno de los planos más célebres de la historia del cine.
‘Lo que el viento se llevó’
«Gone with the wind. Victor Fleming. 1939»
El espectáculo por antonomasia de la era de los estudios y el star system en Hollywood (aunque su productor era, curiosamente, independiente de ellos), lleno de frases célebres y momentos icónicos, con la música más reconocible, tiene también a una de las protagonistas más complejas de la historia, una Escarlata O’Hara que nunca está contenta con lo que tiene, y que fue el impresionante debut de Vivien Leigh en Hollywood.
‘Willow’
«Ron Howard. 1988»
El género fantástico vivió en los 80 un pequeño boom en el que tenían cabida historias románticas como ‘La princesa prometida‘ o ‘Lady Halcón‘, la brutalidad de ‘Conan, el bárbaro‘ y aventuras como ‘Willow‘ en la que su protagonista es un enano que jamás ha pretendido ser un héroe, pero que tiene que aliarse con un guerrero llamado Madmartigan para proteger a la pequeña Elora de una malvada bruja.
‘La princesa Mononoke’
«Mononoke-hime. Hayao Miyazaki. 1997»
El Studio Ghibli es uno de los más influyentes en la animación de las últimas décadas, y las películas de su fundador, Hayao Miyazaki, tienen legiones de seguidores por todo el mundo. ‘La princesa Mononoke’ es la historia de un príncipe que intenta librarse de una maldición y, al mismo tiempo, una cinta con un claro mensaje ecologista, cuyo mundo mitológico ha sido imitado miles de veces por animadores de todo el mundo.
‘Vértigo’
‘Vértigo’ es mucho más de lo que parece a simple vista. Es la historia de una obsesión, y esta contada a través de multitud de detalles que se van descubriendo con cada nuevo visionado de la película. James Stewart y Kim Novak se entrelazan en una relación marcada por la tragedia y los problemas psicológicos de él, y aunque en su momento no convenció demasiado a los críticos, fue reivindicada después como una obra maestra.
‘La dolce vita’
La vida dulce a la que hace referencia el título de esta película es el mundo de la alta burguesía y las estrellas del show business de la Roma de la época, un mundo en el que Marcello, un periodista del corazón, se mueve habitualmente. La cinta lo sigue de fiesta en fiesta, encontrándose con los personajes más variopintos de esa alta sociedad a la que Fellini radiografía y critica sin piedad. El filme, además, popularizó el término paparazzi a partir de uno de sus personajes, el fotógrafo Paparazzo.
‘Los santos inocentes’
«Mario Camus. 1984»
El libro más popular de Miguel Delibes es también la película más conocida, y reconocida, del director Mario Camus. Nos lleva de vuelta a la España del campo, de los señoritos dueños de tierras y de los campesinos pobres y analfabetos que las trabajan, y que están al servicio de los señores casi para todo. Es una obra dura, y en la que destacan las interpretaciones de Paco Rabal y un Alfredo Landa ya alejado de su imagen de actor exclusivamente cómico.
‘El secreto de sus ojos’
«Juan José Campanella. 2009»
Un asesinato, una historia de amor y la dictadura militar argentina. Así puede resumirse esta película, de la que hay listo para su estreno un remake con Nicole Kidman y Chiwetel Ejiofor. En su momento, Soledad Villamil y Ricardo Darín se enfrentaron a la investigación de un asesinato en la que el asesino es más escurridizo de lo que parece, y en la que se mezclan intereses políticos que los ponen en serio peligro. Y sí, tiene un tremendo plano secuencia en un estadio de fútbol.
‘Los siete samurais’
«Shichinin no samurai. Akira Kurosawa. 1954»
El gran público quizás puede acordarse más de ‘Los siete magníficos‘, el remake en forma de western, que de este clásico de Kurosawa, en el que siete samurais sin trabajo son contratados por un pueblo de campesinos para que los defiendan de unos bandidos. Este punto de partida ha sido después reutilizado y hasta parodiado por infinidad de películas, pero ninguna está a la altura de esta historia de valentía y esperanza en el Japón feudal.
‘Ciudad de Dios’
«Cidade de Deus. Fernando Meirelles y Kátia Lund. 2002»
Adrenalínica e impactante, esta película nos lleva a las favelas de Río de Janeiro y a dos amigos que crecen en una de ellas, en Ciudad de Dios, en medio del crimen y la pobreza. Uno de ellos acaba como narcotraficante; el otro se hace fotógrafo, y el recorrido vital de ambos se muestra en escenas que no dan ni un segundo de descanso, metiéndonos de pleno en el ambiente del barrio y en la violencia que lo impregna todo.
‘Senderos de gloria’
«Paths of glory. Stanley Kubrick. 1957»
La primera colaboración entre Kubrick y Kirk Douglas, antes de ‘Espartaco‘, es este brutal alegato antibelicista ambientado en la Primera Guerra Mundial, y en un oficial que sufre las consecuencias de las órdenes torpes e ignorantes de sus superiores. La inutilidad y el horror de la guerra quedan perfectamente retratados en la película, basada en un incidente real ocurrido en 1916, y en cuyo guión colaboró el novelista Jim Thompson.
‘Encadenados’
«Notorious. Alfred Hitchcock. 1946»
Una historia de amor con el envoltorio de una historia de espías. Eso es ‘Encadenados’, una película donde Cary Grant, un agente federal, e Ingrid Bergman, la hija de un espía nazi, se enamoran en medio de una trama para detener una operación de contrabando de uranio que, francamente, importa poco. La película es famosa, entre otras cosas, por un beso casi ininterrumpido de dos minutos y medio que se saltó hábilmente la censura de la época.
‘El tercer hombre’
«The third man. Carol Reed. 1949»
La película con Orson Welles más famosa que no dirigió él. Eso puede ser esta historia de espías en la Viena de la posguerra, que maneja a la perfección los códigos visuales que el género negro tomó prestados del expresionismo alemán. Las búsqueda de Holly Martins de qué pasó con su amigo Harry Lime construye una de las cimas del cine, ayudada por una célebre banda sonora que se hizo casi más famosa que la película.
‘Pulp Fiction’
«Quentin Taratino. 1994»
‘Reservoir dogs‘ fue la presentación de Tarantino, pero ‘Pulp Fiction’ y sus historias entrelazadas fue su consagración definitiva, una unión perfecta de sus diálogos rápidos y, a veces, absurdos, su peculiar sentido del humor y su gusto por explosiones de violencia inesperadas. Recuperó la carrera de John Travolta y dejó para la posteridad monólogos como aquel que acaba con «y tú sabrás que mi nombre es Yahvé cuando caiga mi venganza sobre ti».
‘Taxi Driver’
‘Taxi driver’ es la historia de la espiral hacia la inestabilidad mental y la violencia de un veterano de la guerra de Vietnam que recorre las calles de Nueva York como taxista, y que empieza a sentir que alguien tiene que limpiar las calles de los delincuentes y las prostitutas que ve todas las noches. La unión de Scorsese, Robert De Niro y el guión de Paul Schrader resulta en un filme difícil de olvidar.
‘El sueño eterno’
«The big sleep. Howard Hawks. 1946»
Philip Marlowe es contratado por el general Sternwood para descubrir quién está chantajeando a su hija. Y a partir de ahí se construye todo un clásico del noir, una historia llena de ironía (más incluso que el libro de Raymond Chandler en la que se basa), con muertos sin asesino y el enorme carisma en su centro de Humphrey Bogart y Lauren Bacall. Ya sólo sus diálogos merecen un puesto de honor en la historia del cine.
‘Deseando amar’
«Fa yeung nin wa. Wong-Kar Wai. 2000»
Su título en inglés, ‘In the mood for love‘ (extraído de un standard de jazz) es tal vez más conocido, y expresa bien lo que experimentan los personajes de Tony Leung y Maggie Cheung en esta elegante y atmosférica película que retrata su proceso de enamoramiento, aunque saben que no pueden estar juntos. Tuvo una continuación, ‘2046‘, en la que la construcción de la atmósfera se llevaba aún más lejos.
‘El silencio de los corderos’
«The silence of the lambs. Jonathan Demme. 1991»
Hannibal Lecter y todos los psicópatas inteligentes y refinados que han venido detrás de él tuvieron su origen aquí, aunque el personaje se presentó en realidad en ‘Manhunter‘. Lecter es el secundario de lujo en la historia de Clarice Starling, aún en la academia del FBI, que empieza a investigar los asesinatos de Buffalo Bill. La dinámica entre Anthony Hopkins y Jodie Foster, y la inteligente dirección de Demme, hacen el resto.
‘Sin perdón’
«Unforgiven. Clint Eastwood. 1992»
Clint Eastwood le dio en esta película una vuelta de tuerca al tipo de justicieros solitarios que él interpretó en los spaghetti western, mostrando a uno de esos pistoleros retirado y cuidando de su granja y de sus hijos, y volviendo a empuñar el revólver para vengar, por dinero, a una prostituta a la que un cliente cortó la cara. ‘Sin perdón’ es una del Oeste clásica y, al mismo tiempo, no lo es, es la historia de un hombre que no puede dejar de ser quién es aunque lo intente; porque William Munny siempre fue un asesino.
‘La bella y la bestia’
«Beauty and the Beast. Gary Trousdale y Kirk Wise. 1991»
Hasta que llegó ‘Up‘, en 2010, ‘La bella y la bestia’ era la única cinta de animación que había conseguido estar nominada al Oscar a la mejor película. Sí, es una de las muchas adaptaciones del cuento tradicional europeo hechas para la gran pantalla, pero casi todas ellas acaban quedándose cortas ante lo que consiguió Disney haciendo, en realidad, un musical de Broadway en cine. Tiene unos personajes muy bien definidos, la primera escena de animación por ordenador y unas grandes canciones. ¿Qué más se le puede pedir?
‘Alien, el octavo pasajero’
«Alien. Ridley Scott. 1979»
La teniente Ripley y la historia de la nave Nostromo, asediada por un misterioso ente que la tripulación no consigue ver, pero que los elimina uno a uno, forman una de las historias más homenajeadas y plagiadas de la historia del cine. Ha tenido multitud de secuelas y hasta continuaciones en forma de videojuego, pero el manejo de la tensión que exhibe la primera película todavía no ha sido superado. Las creaciones de HR Giger para la cinta son también parte muy importante de ella.
‘Todos los hombres del presidente’
«All the president’s men. Alan J. Pakula. 1976»
El caso Watergate es uno de los mayores escándalos políticos en la historia de Estados Unidos. Y, al mismo tiempo, uno de los mayores triunfos de la libertad de prensa, y la investigación que los periodistas Woodward y Bernstein hacen del caso es lo que se cuenta en esta película, que consigue presentar como algo apasionante las llamadas telefónicas a gente que no quiere hablar, la lectura de innumerables documentos en busca del rastro del dinero… Es uno de los mejores ejemplos de las cintas de conspiraciones de los 70.
‘Viridiana’
«Luis Buñuel. 1961»
Polémica, genial, prohibida en España e Italia durante años, Palma de Oro en Cannes y obra maestra de la filmografía de Buñuel. Todo eso es esta película que, en la superficie, cuenta cómo Viridiana, que está a punto de tomar los hábitos para ser monja, visita primero a su tío Jaime, que se queda impactado ante el parecido de su sobrina con su mujer, ya fallecida. Lo que sigue es la historia de la obsesión del tío, los intentos de Viridiana de hacer obras de caridad con los pobres del lugar y una escenificación de la Última Cena que centró la polémica.
‘El caballero oscuro’
«The Dark Knight. Christopher Nolan. 2008»
El cine de superhéroes, tan de moda en la actualidad, no fue el mismo después de la segunda película de la trilogía de Batman de Christopher Nolan. Basándose en los cómics de Frank Miller y Alan Moore, Nolan entregó una exploración psicológica de los vigilantes enmascarados y de los villanos que se enfrentan a ellos, y lo consiguió a través de un Joker que se adueña de la cinta por completo. Heath Ledger lo mostró como un sociópata que hace lo que hace sólo porque puede y quiere.
‘2001. Odisea del espacio’
«2001. A space odyssey. Stanley Kubrick. 1968»
La obra magna de Kubrick es esta película cuyo significado, y su final, siguen analizándose casi 50 años después de su estreno. El monolito, la elipsis de miles de millones de años entre el hueso al aire y la nave espacial, el vals, HAL 9000… ‘2001’ está repleta de momentos icónicos y llenos de simbolismo, en los que Kubrick trabajó codo con codo con Arthur C. Clarke. La ciencia ficción no volvió a ser igual después de esta película. El cine no volvió a ser igual después de ella.
‘La comunidad del anillo’
«The fellowship of the ring. Peter Jackson. 2001»
Cuando Peter Jackson decidió acometer la adaptación al cine de ‘El Señor de los Anillos‘, la sensación generalizada era de imposibilidad. ¿Una monumental historia de fantasía, de la que iban a hacerse tres películas antes siquiera de que se estrenase la primera, podía funcionar? El resultado es un espectáculo de primera magnitud, que mantiene el espíritu de la obra de Tolkien y que ha terminado influyendo mucho más de lo que parece el entretenimiento posterior. Sin ‘El Señor de los Anillos’ no tendríamos ‘Juego de tronos‘.
1 Comentar
Falta matrix , gladiator