Cuando ‘Breaking Bad‘ estaba cerca de su final, la cadena AMC anunció que Vince Gilligan, su creador, iba a trabajar en un spin-off de la serie, una nueva creación, nacida de ‘Breaking Bad’, y centrada en uno de sus personajes secundarios. En este caso iba a ser el abogado Saul Goodman, y el título de esa nueva serie sería su eslógan publicitario, ‘Better call Saul’.
Un spin-off, por lo tanto, utiliza a un personaje muy popular de una serie de éxito, y construye toda una nueva serie a su alrededor. Es una táctica muy habitual para exprimir la buena marcha de la serie original, pero eso no garantiza que la nueva serie vaya a tener el mismo tirón entre el público, ni que vaya a ser igual de buena.
El caso de ‘Joey’
Cuando se habla de spin-offs, lo más habitual es que se mencione, como ejemplo de lo que no se debería hacer, ‘Joey’, la serie que salió de ‘Friends‘ y que se centraba en cómo Joey Tribbiani se iba a Los Ángeles a probar suerte como actor. Duró dos temporadas, y se notaba que, aunque era uno de los personajes más queridos por el público por lo «cortito» e inocente que podía ser a veces, no tenía lo necesario para centrar toda una serie a su alrededor. ‘Joey’ acaba, habitualmente, encabezando las listas de los peores spin-offs de la televisión.
El destino de ‘Joey’ lo siguió también en su momento ‘Los Colby‘, spin-off de ‘Dinastía‘ que pretendía ampliar el mundo de familias ricas y llenas de secretos de aquella serie y contar la historia de los Colby, relacionados con los Carrington por matrimonio, pero que vivían en Los Ángeles, en lugar de en Denver. Los Colby eran, teóricamente, todavía más opulentos que los Carrington, y no se reparó en gastos para mostrar sus mansiones y su tren de vida.
Tampoco hubo cortapisas a la hora de buscar a grandes nombres clásicos del cine, como Barbara Stanwyck o Charlton Heston, para que interpretaran a algunos de sus personajes, pero la serie nunca consiguió acercarse a las audiencias de ‘Dinastía’ (ni a sus niveles de locura en las tramas. ¿Os acordáis de la «boda moldava»?), y fue cancelada en la segunda temporada.
Hay otros ejemplos de spin-offs fallidos, como ‘The Golden Palace‘, el intento de continuar ‘Las chicas de oro‘ sin Beatrice Arthur y que todos los implicados prefieren olvidar. Esa comedia, de hecho, ya tuvo un spin-off en ‘Nido vacío‘, cuyo protagonista era un médico viudo que era vecino de las chicas. O ‘The Lone Gunmen‘, una muy breve aventura paralela de los tres editores de una revista conspiranoica que ayudaban de vez en cuando a Mulder en ‘Expediente X‘.
El estándar de ‘Frasier’
Aunque, en general, lo difícil es que un spin-off triunfe, ha habido casos en los que casi han sido tan populares, o más, que su serie madre. El estándar de calidad, y longevidad, aquí es ‘Frasier‘, que originalmente era un personaje de ‘Cheers‘, aquella sitcom ambientada en un bar de Boston. Cuando el doctor Crane tuvo su propia serie, se lo llevaron a Seattle y a compartir piso con su padre, ex policía retirado y viudo, con la asistenta inglesa, con el perro Eddie y, ocasionalmente, con Niles, el hermano de Frasier, todavía más neurótico y snob que él.
‘Frasier’ aguantó once temporadas en NBC, ganó cinco Emmys consecutivos a la mejor comedia y se convirtió, como decíamos, en el estándar al que todos los spin-off aspiran. De hecho, en España tenemos un caso similar con ‘Aída‘ y ‘Siete vidas‘. La primera, centrada alrededor de la señora de la limpieza del bar de la segunda, prácticamente igualó los logros de su serie madre en audiencias, y terminó porque sus protagonistas, y especialmente Carmen Machi y Paco León, estaban interesados en hacer otras cosas después de nueve temporadas.
Ha habido más casos de spin-off que tuvieron éxito. ‘Angel‘, derivado de ‘Buffy, la cazavampiros‘, duró cinco temporadas (aunque la cadena la canceló de forma poco ceremoniosa), y ‘Lou Grant‘ transformó en un drama sobre periodistas lo que había sido una comedia en ‘La chica de la tele‘, donde Grant era el jefe del personaje de Mary Tyler Moore. Y luego, en esto de los spin-off de éxito, está ‘CSI‘.
Las franquicias de ‘CSI’ y ‘NCIS’
En 2000, la cadena CBS estrenaba ‘CSI’, un policiaco diferente a lo que se había visto hasta ese momento porque sus protagonistas eran los técnicos que procesaban las escenas del crimen, que recogían pistas y las analizaban, y encontraban al culpable a través de ese análisis. El éxito fue inmediato y enorme, así que, rápidamente, se quiso exprimir presentando en un episodio a los protagonistas de la segunda serie de la franquicia, ‘CSI: Miami’.
Lo cierto es que ‘CSI’ tenía mucho potencial para los spin-offs: no había más que trasladarse a otra ciudad y seguir a los técnicos del departamento de policía de allí. También es cierto que la manera de lanzar sus nuevas series era un poco diferente de la tradicional; aquí no había un personaje que se convertía en el favorito de la audiencia desde el principio, sino que se utilizaba un capítulo para presentar a los protagonistas de la nueva serie.
Así es como nacieron también ‘CSI: NY‘ y ‘CSI: Cyber‘, y así es también como CBS ha construido la otra de sus grandes franquicias televisivas: la de ‘NCIS‘. Esta serie, que sigue a los investigadores de la Marina de Estados Unidos, es un caso curioso porque ella, a su vez, ya es un spin-off, de ‘JAG, alerta roja‘, que mostraba al cuerpo de abogados del ejército norteamericano investigando diferentes casos.
De ‘NCIS’ hay dos spin-off todavía en emisión, ‘NCIS: Los Angeles‘ y ‘NCIS: Nueva Orleans‘, pero aunque estas series han dado pie a unos cuantos títulos, aún no han igualado a ‘Ley y orden‘. Esta serie se estrenó en NBC, en 1990, como una manera de mostrar el trabajo, primero, de varios detectives de la policía de Nueva York investigando un caso y, en la segunda mitad del capítulo, de los fiscales encargados de procesar al acusado.
La serie madre aguantó en antena nada menos que veinte temporadas, en las que tuvo tiempo de «engendrar» varios spin-off, como ‘Ley y orden: Unidad de Víctimas Especiales‘ (el único que aún se emite), ‘Ley y orden: acción criminal’ (al que corresponde la foto) y dos muy breves, cancelados en su primera temporada: ‘Law and order: Trial by jury‘ y ‘Ley y orden: Los Ángeles‘. Hasta tuvo su propia versión en Reino Unido, que en España se tituló ‘Londres: distrito criminal‘.
Actualmente, en NBC hay otra serie que está empezando a expandirse en forma de series relacionadas, ‘Chicago Fire‘. De los bomberos, ha pasado a los policías en ‘Chicago PD’ y, en unos meses, lo hará también a los médicos en ‘Chicago Med‘, y como ocurría en la franquicia de ‘Ley y orden’ (también creada por Dick Wolff), es habitual que los personajes de todas las series se paseen por las demás.
El ejemplo de ‘Star Trek’
No puede hablarse de spin-offs, de todos modos, y no mencionar ‘Star Trek‘. En el vasto universo creado alrededor de esa serie, que incluye películas, libros y hasta una serie de dibujos animados, no podían faltar los spin-offs, lanzados a partir de ‘Star Trek, la nueva generación‘, el título que recuperó el mundo creado por Gene Roddenberry a finales de los 80.
Aquí, cada nueva serie seguía a la tripulación de una nave diferente, con un capitán que imprimía su propia personalidad a la serie. De Picard y la Enterprise en ‘La nueva generación’ se pasaba a Janeway (y su afición por el café) en ‘Star Trek Voyager‘, a Sisko en su estación orbital en ‘Star Trek Espacio Profundo 9‘ y, finalmente, a Archer en ‘Star Trek: Enterprise‘.
Este esquema lo seguiría también ‘Stargate SG-1‘, adaptación a televisión de la película con Kurt Russell y James Spader, que pasaría de estar basada en la Tierra a hacerlo en una ciudad-estación espacial en ‘Stargate Atlantis‘ y, más tarde, en una nave con destino desconocido en ‘Stargate Universe‘. Pero estas dos franquicias no son las únicas existentes en la ciencia-ficción televisiva.
Doctores y superhéroes
‘Doctor Who‘, la venerable serie británica, tuvo en su era moderna (a partir de 2005) dos spin-off centrados en dos acompañantes muy populares del Doctor. ‘Torchwood‘ tenía un tono un poco más adulto y su protagonista era el capitán Jack Harkness, mientras a Sarah Jane Smith se le dio ‘The Sarah Jane Adventures‘, más infantil. No era extraño que Jack y Sarah Jane volvieran a aparecer después en su serie madre, que es algo que están repitiendo los superhéroes de The CW.
Esa cadena inició su afición actual por los cómics de DC con ‘Arrow‘, y les funcionaba tan bien, que decidieron utilizar un episodio de su segunda temporada para presentar a Barry Allen, el joven técnico de la policía que sufre un accidente que le otorga supervelocidad. Así nacía ‘The Flash‘, y todavía hay otro spin-off de ambas esperando para estrenarse el año que viene, y que recoge a unos cuantos de los secundarios que han ido apareciendo en las dos series: ‘Legends of tomorrow‘.
Las cadenas no dejan de buscar maneras de aprovechar al máximo el éxito de sus series, y un spin-off es una de las maneras más habituales. No todos funcionan, pero si lo hacen, pueden ser la primera piedra de toda una franquicia de series de éxito.