Durante mucho tiempo, la banda sonora que se escuchaba en las series era una selección de las canciones más populares del momento. No tiene nada de malo. Títulos como ‘The OC‘ hicieron populares a grupos como Death Cab for Cutie o The Killers, y series actuales como ‘The Americans‘ saben cómo aprovechar al máximo los temas de Fleetwood Mac. Sin embargo, al mismo tiempo, hace algunos años que se está viviendo una nueva época dorada en las bandas sonoras instrumentales para televisión.
No es un hecho novedoso, por supuesto. En los 80 estaban las sintonías de Mike Post para las series de Steven Bochco, y gente como Lalo Schifrin y Henry Mancini compusieron en los 70 los temas principales de ‘Misión imposible‘ o ‘Remington Steele‘. Pero sí es cierto que en las series actuales se vuelve a tomar en serio la banda sonora, y es probable que parte de la culpa la tengan J.J. Abrams y Michael Giacchino.
El caso de ‘Perdidos’
Mark Snow (‘Expediente X’) y especialmente Angelo Badalamenti (‘Twin Peaks’) marcaron la música para series en los 90, y la década de los 2000 sería para Giacchino, cuya carrera se parece bastante a la de gran parte de los compositores que trabajan actualmente en televisión. Empezó poniendo música a videojuegos como ‘Call of duty‘ y su asociación con Abrams lo llevó a la tele, a las melodías de acción y espionaje de ‘Alias‘, que se parecen en poco a lo que haría después con ‘Perdidos‘, el trabajo que lo hizo conocido.
Allí tenía una orquesta completa y alternaba entre temas más románticos y melancólicos con otros de suspense que podían recordar a las películas de Alfred Hitchcock. Giacchino se ha convertido después casi en el nuevo John Williams en sus colaboraciones en el cine con J.J. Abrams y en sus bandas sonoras para el estudio Pixar (tiene un Oscar por la de ‘Up’), pero ‘Perdidos’ sigue siendo aún de sus mejores obras.
De la misma «factoría Abrams» procede Chris Tilton, que se encargó de la banda sonora de ‘Fringe‘ y fue llevándola por terrenos bastante interesantes, pero que está más dedicado a los videojuegos.
De cylones a Señores del Tiempo
Al mismo tiempo que Michael Giacchino llamaba la atención con ‘Perdidos’, un joven discípulo de Elmer Bernstein, Bear McCreary, comenzaba a hacer lo propio con ‘Battlestar Galactica’, que tenía algunas de las mejores músicas de acción, con percusiones orientales y cuerdas, de la televisión. La banda sonora fue creciendo y evolucionando con la serie, y la repercusión que le granjeó a McCreary le permitió después dar el salto a ‘The Walking Dead‘, ‘Da Vinci’s Demons‘ o ‘Outlander‘.
En las series de género (fantástico o de ciencia ficción) hay un grupo de compositores muy interesante trabajando actualmente, como Ramin Djawadi, veterano televisivo que se encarga de la banda sonora tanto de ‘Juego de tronos‘ como de ‘Person of interest‘, que resulta muy interesante por la manera en la que evita ser épica y de historia de espías, que podría serlo. En la fantasía y, en concreto, en ‘True Blood‘ empezamos a conocer a Nathan Barr, que trabaja sobre todo con múltiples instrumentos de cuerda y que lograba darle a la serie un toque entre romántico, decadente y de misterio. Barr, ahora, está haciendo algo también muy notable en ‘The Americans‘, introduciendo aires rusos en medio de las melodías.
En las aventuras fantásticas se mueve también Murray Gold, que se ha hecho muy famoso, al menos en el Reino Unido, por sus composiciones para la nueva época de ‘Doctor Who’, que hasta tienen una sesión para ellas solas en el ciclo de los Proms de la BBC. No sólo se encargó de modernizar su icónico tema principal, sino que ha ido evolucionando su sentido de la aventura y la épica con cada nuevo Doctor.
Curiosamente, en las aventuras, pero de animación, encontramos unas de las bandas sonoras más interesantes de los últimos tiempos, la que Jeremy Zuckerman compuso para ‘The legend of Korra‘, serie juvenil muy influenciada por la filosofía y la animación oriental, por lo que su banda sonora tenía claras reminiscencias chinas, mezcladas con el jazz de principios del siglo XX. En la animación, por cierto, es destacable la difícil tarea de Kevin Kiner en ‘Star Wars Rebels‘, donde tiene que dar su personalidad propia y mantenerse en la línea de las composiciones de John Williams para la trilogía original de George Lucas.
Los clásicos
https://youtu.be/IXKY-anVLak
Hasta los procedimentales, o las series que formalmente parecen serlo, se han apuntado a tener músicas un poco diferentes de lo habitual. En ‘The Good Wife‘, por ejemplo, esto empezó a notarse a partir de la cuarta temporada y, sobre todo, en la quinta, cuando su compositor, David Buckley, dio rienda suelta a sus influencias de la música de la cámara del siglo XVIII, Händel y Bach, y contribuyó a elevar el nivel de la serie.
Entre los compositores que están más cerca de la música clásica hay que mencionar también a John Lunn, famoso por todo el mundo gracias al romanticismo de la banda sonora de ‘Downton Abbey‘, y que es todo un experto en series británicas de época. Romanticismo, más del tipo gótico, y toques de terror es lo que imprime Abel Korzeniowski a ‘Penny Dreadful‘, cuya música muchas veces lleva en volandas a las escenas. Aunque, para músicos más clásicos que se dedican a las series, el nombre más peculiar bien puede ser el de Max Richter, cuyo piano es casi lo único que se escucha en ‘The Leftovers‘. Richter es uno de los nombres de cabecera del post-minimalismo, y es conocido por haber compuesto variaciones minimalistas para ‘Las Cuatro Estaciones’ de Vivaldi.
Entre los clásicos también habría que mencionar a David Carbonara, cuya obra más conocida es ‘Mad Men‘, aunque ahí se ve ensombrecido por el tema principal, que es la parte instrumental de una canción del rapero Aceyalone. Y clásicos son dos veteranos de las bandas sonoras televisivas que han compuesto para todo tipo de series como Sean Callery y W.G. Snuffy Walden. El primero se encarga ahora de la música de ‘Homeland‘, a la que lleva por caminos poco habituales generalmente, si bien su composición más famosa es ‘24‘. El segundo ya dejó algunos trabajos memorables en los 80, como ‘Treintaytantos‘, pero las nuevas generaciones lo conocen por las guitarras de ‘Friday Night Lights‘.
Los experimentales
De todos modos, en televisión se pueden escuchar ahora mismo algunas bandas sonoras que casi podrían calificarse como experimentales, y que acompañan series que también se salen un poco de la norma. Una de ellas es ‘Sense8‘, la serie de los hermanos Wachowski para Netflix, que reclutaron para su música a dos colaboradores habituales como Johnny Klimek y el cineasta Tom Tykwer. La banda sonora es tan ambiciosa como la propia serie, y ambiciosa era la idea de Steven Soderbergh para ‘The Knick‘, una historia de época, ambientada en un hospital de Nueva York en 1900, pero rodada cámara en mano y con un estilo plenamente contemporáneo y moderno. Por eso, su banda sonora se ajusta a esa dicotomía y es totalmente electrónica, obra de Cliff Martínez.
En la misma línea electrónica se mueve la música de otro estreno de este año, ‘Mr. Robot‘, aunque esa línea se ajusta más a sus protagonistas hackers. Su autor, Mac Quayle, opta más por los sonidos atmosféricos, algo en lo que mantiene las constantes de otro trabajo suyo, ‘American Horror Story‘. Para sonidos ambientales y muy inquietantes, sin embargo, nadie puede superar a Brian Reitzell, que le da a ‘Hannibal‘ el sonido de los malos sueños, generado más a través de distorsiones sonoras y ruido que de melodías en el sentido convencional de la palabra.
Lo de ‘Hannibal’ se encuadra en la experimentación que imprimió Cristóbal Tapia de Veer a ‘Utopia‘, una peculiar serie británica sobre conspiraciones y un cómic que predecía el futuro. Su música es al mismo tiempo inquietante, juguetona, extraña, y el compositor explicaba en parte de dónde le provenía la inspiración en esta entrevista.
No se puede cerrar este pequeño repaso por los compositores televisivos (en el que nos dejamos fuera a unos cuantos) y por los experimentos, aunque sean pequeños, sin mencionar a Jeff Russo y la adaptación a televisión de ‘Fargo‘, la película de los hermanos Coen. Al igual que hace la serie, Russo tenía que conseguir que su música remitiera a la que Carter Burwell compuso para el cine, pero con su propia personalidad, y en la primera temporada consiguió un acierto pleno y, además, con bastante variedad de temas y sonidos.