Siempre ha habido series basadas en hechos reales y en crímenes reales. La realidad puede ser, a veces, mucho más increíble que la ficción, y los guionistas no pueden resistir la tentación de reflejar esa realidad en una serie, o de inspirarse en ella. Títulos como ‘Ley y orden: Unidad de Víctimas Especiales‘ extraen muchos de sus casos de noticias aparecidas en los periódicos, por ejemplo.
Sin embargo, lo que realmente se lleva ahora mismo es convertir esos casos reales en series documentales. El género true crime no es algo nuevo; ha habido libros (como el primero de todos, ‘A sangre fría‘, de Truman Capote) y documentales que cuentan crímenes que ocurrieron de verdad, pero hasta ahora, era menos habitual que esos mismos casos se contaran en diez episodios.
El fenómeno ‘Making a murderer’
Uno de los últimos ejemplos, y también uno de los que ha causado mayor revuelo, es ‘Making a murderer‘. La serie documental de Netflix narra, en diez episodios, la historia de Steven Avery, un hombre que pasó 18 años en la cárcel acusado de una violación que no había cometido y que, dos años después de salir de prisión, fue acusado de nuevo de un crimen, esta vez, de un asesinato.
La exploración que la serie hace del caso, tirando de vídeos del juicio contra Avery y de entrevistas con su familia y con sus abogados, acaba mostrando un panorama más amplio sobre el funcionamiento del sistema judicial estadounidense y ha conseguido enganchar a muchos espectadores, que han trasladado su obsesión con la serie a internet, donde se dedican a reinvestigar el caso y a intentar averiguar si Avery es inocente.
Ésa es la clave del éxito de estos documentales por capítulos, que sus espectadores se dedican a analizar después cada revelación y cada explicación, en busca de pistas que indiquen si el crimen en cuestión está resuelto o no. Es una tendencia que se acrecentó en 2014 con ‘Serial‘, un podcast de la radio pública de Estados Unidos que, en su primera temporada, contaba la historia de Adnan Syed, que lleva más de 15 años en la cárcel por el asesinato de su ex novia, Hae Min Lee.
‘The Jinx’ y las fronteras con la realidad
Estas series documentales no pasaban ante de ser entretenimiento para unos pocos fans, y raras eran las que trascendían más allá de su público. ‘The staircase‘, de 2004, que mostraba el juicio por la muerte de Kathleen Peterson, esposa del escritor Michael Peterson, acusado de haberla matado a golpes y, después, haber simulado que había fallecido al caerse por las escaleras.
En cuatro episodios, el documental seguía, sobre todo, el juicio y mostraba las pruebas que debían decidir si Peterson era culpable. Fue todo un fenómeno en su momento, y el precedente más claro de obras más recientes como ‘The Jinx‘, cuyo éxito difuminó las líneas entre el documental y las noticias. Su protagonista es Robert Durst, perteneciente a una rica familia de Nueva York, que se hizo célebre en los 80 por la misteriosa desaparición de su mujer,.
Durst acabaría después involucrado en la muerte violenta de una amiga suya y de un vecino, y consiguió librarse en todas las ocasiones. La exploración que ‘The Jinx‘ hace de su personalidad y de todos esos casos acabó teniendo un final bastante inesperado que, desde luego, todavía elevó más su perfil y la obsesión de sus seguidores. Además, esta serie presenta no sólo un caso real sino, además, muy famoso en Estados Unidos, algo que tiene en común con el de O.J. Simpson.
El Juicio del Siglo
Este año, la televisión estadounidense va a acoger dos series sobre O.J. Simpson, ex estrella de la NFL reconvertido a actor ocasional, comentarista deportivo e ídolo de masas que fue acusado de asesinar a su ex mujer y a un amigo de ésta en el verano de 1994. La exhaustiva cobertura de las televisiones del caso lo convirtió en un fenómeno mediático y social, así que no es raro que se hayan animado a contarlo de nuevo tanto desde la ficción, como desde el documental.
El primer caso es ‘The people v O.J. Simpson‘, la primera temporada de una nueva serie de antología de Ryan Murphy, ‘American Crime Story‘, que contará cada año la historia de un crimen real del país. En diez capítulos, muestra desde el descubrimiento del cadáver de Nicole Brown Simpson a la detención de su ex marido (persecución por las autopistas de Los Ángeles incluida) y el consiguiente Juicio del Siglo, y aspira a ser algo más que una reconstrucción de los hechos.
Que también es lo que busca ‘O.J.: Made in America‘, serie documental de ESPN que se verá en junio, y que quiere analizar el juicio desde todos los puntos de vista posibles, no sólo el de la cultura de la fama, sino también el racial y social.
‘La huella del crimen’, el estándar español
Como decíamos al principio, las series basadas en crímenes reales, o los documentales que los cuentan, no son algo que haya aparecido ahora. En la década de los 80, por ejemplo, TVE tenía en antena ‘La huella del crimen‘, una serie que contaba la historia de España a través de sus crímenes. Partía de la base de que los asesinatos más célebres de un país dicen mucho sobre su sociedad, así que capítulos como ‘Jarabo’, ‘El crimen de la calle Fuencarral’ o ‘El caso de Carmen Broto’ aspiraban a algo más que a reconstruir crímenes muy famosos en su época.
Es posible que la herencia de esa serie se note en ‘El caso‘, una producción también de TVE que sigue a dos reporteros de ese periódico de sucesos, que tuvo un gran éxito durante el franquismo porque presentaba un lado de la sociedad que la España oficial se empeñaba en ocultar.
Lo que todos estos proyectos buscan, sean ficción o documental, no sólo es mostrar esos casos reales, sino emplearlos para que digan algo más. ‘Making a murderer’, por ejemplo, critica los fallos del sistema legal estadounidense, mientras ‘La huella del crimen’ buscaba mostrar cómo era España en las épocas de aquellos asesinatos, y si de verdad ha cambiado tanto desde entonces.
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