El Mundial de Brasil cada vez está más cerca y queremos empezar a calentar motores para el festival de fútbol que se nos viene encima dentro de unos meses. ¿La mejor forma de hacerlo? Recordando los diez mejores partidos de fútbol de la historia.
Sacos de goles, prórrogas de infarto, tandas de penaltis no aptas para cardiacos y jugadores lesionados tirando de ÉPICA (sí, con mayúsculas) para alzarse con la victoria. Ojalá la Copa del Mundo de Brasil 2014 nos brinde tan buenos momentos como los que veréis a continuación.
Final Champions League 1960: R. Madrid – Eintratch de Frankfurt
Inicio duro el que vivieron los merengues de la época de Di Stéfano en Hampden Park, con un partido que se puso cuesta arriba con sólo 18 minutos pero que acabaría con un giro de 180º, un marcador abultado con victoria para los españoles y la quinta Copa de Europa consecutiva para el R. Madrid.
Semifinal Mundial de México 1970: Italia – Alemania
No se le conoce como El Partido del Siglo por casualidad, y es que lo que vivió el estadio Azteca con dicho encuentro fue un baile de emociones de principio a fin. Una selección alemana en la que Beckenbauer acabó jugando con un brazo dislocado ante la falta de cambios tuvo que rendirse ante la Azzurra cuando Gianni Rivera puso el punto y final en la prórroga.
Final Mundial de México 1970: Brasil – Italia
Puede que O Rey Pelé se llevase la gloria de aquella final pero lo cierto es que fue la selección brasileña en su totalidad la que obró la magia con un juego que la convirtió en el equipo favorito de medio mundo. Italia, exhausta por el partido de la semifinal, no pudo hacer nada salvo rendirse ante una de las mejores selecciones de la historia.
Final Mundial Argentina 1978: Argentina – Holanda
Mario Kempes hizo de héroe en una final en la que la Naranja Mecánica pretendía arrebatarle a los argentinos la ilusión de hacerse con su primera Copa del Mundo en su propio territorio. La renuncia de Cruyff a disputar el mundial fue un flaco favor para su selección, que acabó por los suelos tras la sentencia de Daniel Bertoni.
Recopa de Europa 1979: FC Barcelona – Fortuna Düsseldorf
Un tuya y mía en la época de Rexach como jugador que se alargó hasta el pitido final, eso es lo que se vivió en el estadio St. Jakob de Basilea con un encuentro en el que los culés tuvieron que mantener el corazón en un puño incluso tras ponerse dos goles por delante al inicio de la prórroga.
Semifinal Mundial de España 1982: Alemania – Francia
Platini recuerda aquella noche el Ramón Sánchez Pizjuán como una de las más locas de su historia como futbolista. Ni siquiera la prórroga dictó sentencia y tuvo que ser la lotería de la tanda de penaltis la que diese la victoria a los germanos con un disparo de La Bestia Horst Hrubesch.
Clasificación Eurocopa 1983: España – Malta
La remontada imposible, probablemente uno de los partidos más míticos de nuestra selección, que debía marcar 11 goles o más para que la diferencia de goles con sus rivales no impidiese su clasificación. Lo que se vivió en el Benito Villamarín aún se recuerda con cariño y sirvió para endulzar el pésimo papel del combinado en la Copa del Mundo que habían organizado un año antes.
Final de la UEFA 2001: Liverpool – Alavés
El 16 de mayor de 2001 no importaba qué camiseta vestías habitualmente, todos estábamos con el Alavés y su humilde gesta en el Westfalen de Dortmund. Lástima que un gol de oro que acabó en propia puerta pusiese un broche tan agrio a un fútbol tan dulce como el que se vivió en una de las mejores finales de la historia.
Final Champions League 2005: AC Milan – Liverpool
Dudek no empezó con buen pie aquella noche, regalando tres goles que parecían sentenciar el partido hasta que el Liverpool creyó lo imposible y consiguió remontar, pero puso un broche de oro convirtiéndose en el héroe del partido en la tanda de penaltis que le daría la Orejona al equipo inglés.
Semifinal Mundial de Alemania 2006: Alemania – Italia
Pocos goles para un partido emblemático, sólo los de Grosso y Del Piero, pero el partido más reciente de nuestra recopilación es un ejemplo de desgaste y empuje a partes iguales. Mucho tardará Italia en volver a ofrecer un juego tan valiente como el que se vivió en Dortmund.