¿Quién se acuerda de aquellas televisiones “panzudas” de tubo catódico? Fueron, durante décadas, el electrodoméstico preferido de los hogares perfectos que representaba la publicidad. Inventada en 1925 por John Logie Baird, al mismo tiempo que se popularizaba entre las familias, iniciaba también un camino de innovación que debía llevarla hasta las enormes pantallas planas que decoran nuestros salones en la actualidad.
En realidad, muy poco después de que Baird encontrara la manera de transmitir imágenes a distancia, el ingeniero húngaro Kálmán Tihanyi estaba ya investigando los principios de la televisión electrónica y desarrollando lo que serían los tubos catódicos. En 1936, Tihanyi describiría en un artículo la “televisión de plasma” y la primera pantalla plana. Ésta constaba de un único punto de transmisión que se movía a gran velocidad en una matriz de celdas distribuida en un delgado panel. Sin embargo, tuvieron que pasar varias décadas hasta que alguien inventó la primera pantalla plana de verdad.
El plasma
El primer paso en el camino que culminó en la televisión plana de Philips fue la invención de las pantallas de plasma. Se basaban en pequeñas celdas que contenían gases cargados eléctricamente (que es la definición del plasma), y fueron desarrolladas en 1964 por Donald Bitzer, Gene Slottow y Robert Willson en la Universidad de Illinois. Las construyeron dentro de un sistema informático educativo llamado PLATO, buscando mejorar unos monitores que no podían soportar gráficos demasiado complejos.
Al mismo tiempo, comenzaron a desarrollarse televisores LCD (de cristal líquido), que aunque tenían inicialmente una calidad de imagen peor que los de plasma, empezaron a producirse en masa y eso provocó que bajaran sus precios. Estos nuevos aparatos podían construirse con menos peso y más grandes que las tradicionales de rayos catódicos, pero las primeras pantallas planas de verdad no llegarían hasta casi la década de los 80.
La pantalla plana
La unión de la tecnología LCD con la de las pantallas de plasma permitió que empezaran a aparecer las primeras pantallas de televisión planas. IBM fue quien se adelantó en esa carrera con una pantalla de 48 cm., monocroma, presentada en 1983, pero su producto no tuvo continuidad. A principios de los 90, Panasonic, Fujitsu y Philips comenzarían a fabricar y vender sus primeras televisiones de pantalla plana. Fujitsu presentó en 1992 un modelo de 53 cm. de largo y a todo color, pero la tecnología no empezaría a implantarse y a popularizarse de verdad hasta 1998, cuando Philips lanzó un modelo con una resolución de 852 x 480 píxeles, pero que costaba casi 15.000 dólares. La compañía hasta lanzó un vídeo que explicaba cómo funcionaba ese televisor.
A partir de ese momento, la tecnología fue avanzando hasta que, ya en plena década de 2000, empezaron a venderse modelos de 103”. La última novedad son las pantallas cóncavas y la tecnología Ambilight UHD 4K, que Philips ha incorporado a sus últimos modelos. Lo que se busca ahora son imágenes de gran resolución, hasta el punto de que el espectador experimente una sensación de inmersión dentro del televisor, y no sólo a través de 3D.