Cuando nos vamos de viaje a otro país, es normal que tengamos curiosidad por ver cómo es su programación televisiva. ¿Será tan diferente de la televisión española? ¿Será mejor o peor? ¿También dominarán allí los programas de corazón y el fútbol?
¿Pero y si somos un extranjero viviendo en España? La visión que de nuestra televisión puede tener alguien de fuera es siempre interesante porque nos permite darnos cuenta de sus virtudes y defectos. ¿Qué será lo más les sorprenda? ¿Y lo que menos les guste? Hemos preguntado a varios extranjeros residentes en España para averiguarlo.
Lo que sorprende
Estas cuatro personas, todas europeas, llevan bastante tiempo viviendo en nuestro país (varias de ellas, más de una década) y ya están acostumbradas a la manera de hacer las cosas y a lo que se programa en televisión, pero sigue habiendo cosas que les sorprenden. Hemos hablado con Tom (inglés), Robert Wojno (polaco), Davide Piccinin (italiano) y Audrey Duverney (francesa), y muchas de sus respuestas son bastante parecidas.
Por ejemplo, es habitual que aún les sorprenda la enorme cantidad de publicidad. Robert, por ejemplo, se pregunta «¿cómo se pueden poner tres bloques de anuncios en los últimos 10 minutos de la película? Además, cada bloque dura unos 15 minutos; entonces, el final de la película se hace eterno. Además, en cada bloque los anuncios son los mismos». Es algo en lo que coincide también Davide, aunque Robert va un poco más lejos y apunta que es la razón por la que cree que la televisión de Polonia es mejor: «Sobre todo por el tema de los anuncios. Son insoportables y por ellos veo la tele cada vez menos».
Hay otro aspecto que también choca bastante a estas personas, y es el sesgo político que pueden llegar a tener los informativos. Para Audrey, aún es algo a lo que no se acostumbra y señala que «me sigue sorprendiendo la poca imparcialidad que tienen las noticias. Según el canal que veas, sabes claramente el bando político. Eso me parece muy poco profesional».
Tom va un poco más allá. «Hay muchos aspectos muy chocantes de la televisión española. Pero lo que me sorprende más cada vez que la pongo es la pésima calidad del periodismo, en las programas de noticias en general, pero también en programas supuestamente más valoradas como ‘Salvados‘», explica. Sin embargo, también hay un aspecto muy concreto para el que Robert no encuentra explicación: «¿Seguís poniendo ‘Gran Hermano‘, en 2016? ¿En serio?»
Lo mejor y lo peor
Los cuatro coinciden en esas conversaciones que a veces se pueden escuchar por la calle, quejándose de que la televisión española no es demasiado buena. La omnipresencia de la publicidad y la poca imparcialidad de los informativos influyen en que tengan esa sensación, pero también hay otros aspectos más específicos, como lo tarde que es aquí el prime time.
Audrey afirma que «me parece lo peor el horario. Para ver el fin de la peli o de un programa tipo ‘Top Chef‘ tienes que aguantar hasta la 1:30″, y añade que «me sorprende la poca alternativa que dan los canales, realmente no compiten, sino que regalan publico a Telecinco. Y me sorprende que el programa al cual van todos los famosos a nivel mundial sea ‘El hormiguero’, donde no se habla casi de su trabajo, para ir a hacer promo».
Por su parte, Tom es bastante más expeditivo, y casi no salvaría nada: «Sería fácil decir 13TV o las emisiones más casposas de Cuatro, de Antena 3, de Telemadrid, etc. Pero la verdad es que, para mí, la gran mayoría de programación en la tele española (noticias, comedias, series y factual) es igual de mala. Yo diría que, básicamente, la televisión española de calidad no existe. En mi opinión, son programas de baja calidad como ‘Salvados’ o ‘Cuéntame’ que me cuestan más a entender. ¿Cómo puede ser que hayan llegado a tener tanta fama, siendo tan malos?»
Pero no todo son palos. También hay cosas que gustan, y son de lo más variopinto. A Robert, por ejemplo, le gusta «que haya un canal Discovery en abierto. Y la profundidad de cobertura de eventos deportivos, como Fórmula 1 o partidos importantes». Davide salva los telediarios y ‘El intermedio’ y, para Audrey, lo que más destaca, positivamente, es el tono de los programas. «Me gusta que todos sean muy amigables y (que sea) desenfadado», explica.
¿Es la televisión española peor?
Es muy habitual que, cuando nos encontramos con un extranjero que vive en España, acabemos comparando los países y decidiendo cuál de los dos es mejor, o en cuál hay aspectos más criticables. La televisión no es una excepción a esto, pero no siempre es fácil establecer estas distinciones. Tom apunta que, comparada con la británica, la televisión española «obviamente es peor. Pero no tanto. La tele británica tampoco es muy buena. En general, también es telebasura, como la de aquí. Lo que sí ha hecho a veces, especialmente en la BBC, es invertir en calidad, asumir riesgos e intentar hacer cosas nuevas (pero de eso, cada vez menos), cosas que aquí, simplemente, no se hacen».
Davide, sin embargo, sí salva algunas cosas de la programación de España en relación con Italia. «Mejor por los telediarios, que tienen visión mas internacional», señala, pero añade que, al mismo tiempo, «(es) peor por demasiada publicidad, deporte y cotilleo». Audrey, por su parte, afirma que «no soy quien para juzgar, porque en Francia hay muchas cosas que cambiar también, ¡pero mejor no es!»
Si la televisión en España es peor, ¿qué echan de menos ellos de la de sus países? «Nada», asegura categórico Davide, pero los demás sí tienen algunos programas que se emiten en sus lugares de origen que les gustaría ver aquí. «Echo de menos un canal de televisión informativa, tipo CNN o Al Jazeera, porque los de España no son muy profesionales y dan demasiado cotilleo en vez de noticias y análisis de lo que sucede en el mundo», afirma Robert.
Audrey opta por el entretenimiento y explica que, de la televisión francesa, echa de menos «las series pequeñitas tipo 20/30 minutos antes de la peli, con aire fresco y desenfadado. Y los documentales en algún canal, un programa divertido pero tirando a serio, porque ‘El hormiguero‘ da algo de vergüenza a veces».
Sin embargo, en este mundo globalizado e hiperconectado en el que vivimos, tampoco hay que renunciar a algunas de las cosas que veías en casa cuando te vas a vivir fuera. Tom señala que, por su parte, «la combinación de estar fuera de mi país durante tantos años (de estar efectivamente fuera también de su cultura) y el acceso fácil a programación británica y americana por internet hace que no eche de menos nada».