La verdad es que no sabemos si por su eterno acento británico marca de la casa, su sentido del humor o su cara de haber pasado por el histórico «Show de Benny Hill», lo cierto es que Michael Robinson ha sido una de esas figuras muy queridas por la pantalla española, la afición y hasta por las amas de casa.
Lo cierto es que era poner la radio o la televisión y oír su inconfundible acento, y todo el mundo le prestaba atención, aunque no te gustara el deporte. Algo tenía su forma de hablar y de expresarse que embelesaba al público, grande y pequeño.
Michael nacía en 1958 y tenía doble nacionalidad, británica e irlandesa. Pero se enamoró de España, y aquí se afincó y vivió hasta su fallecimiento el pasado día 28 de abril.
Como futbolista, desarrolló su carrera profesional entre el 75 y el 86, cuando disputó un amistoso como parte de la Selección Nacional contra Checoslovaquia. Y cambió su orientación profesional hacia la carrera de periodismo. Si su paso como estrella del fútbol le valió el reconocimiento de su público, como periodista llego mucho más allá.
Debutó a finales de 1989 en Televisión Española como comentarista de los partidos de la Primera División inglesa dentro del espacio Estadio 2, y de ahí pasó al equipo de narradores que cubrió la Copa Mundial de Fútbol de 1990, junto con el periodista Luis Fernández. Al mismo tiempo estuvo trabajando como directivo en Screensport, una productora vinculada a Sky Television que terminaría fusionándose en Eurosport.
En 1990 entró, de la mano del periodista Alfredo Relaño, en Canal + España. Y también ese año amplió su colaboración a la Cadena Ser, en el programa El Larguero.
Tras algunas desavenencias editoriales con Cuatro, en octubre de 2007 estrenó su programa Informe Robinson, en el que presentaba reportajes de producción propia con el deporte como hilo conductor.
A finales de 2017 fue galardonado con el XII Premio Internacional de Periodismo Vázquez Montalbán, en la categoría de periodismo deportivo.28
Su última intervención como comentarista fue el 11 de marzo de 2020 en Anfield, en el partido entre Liverpool y Atlético de Madrid de los octavos de final de la Liga de Campeones.
Tomamos prestado el vídeo de nuestros compañeros de AS:
Pero quizá lo que no todo el mundo sabe es que también fue actor de doblaje: dobló a la hermana fea, Doris, de Shrek 2 y Shrek tercero.
Perdió su gran batalla contra el cáncer de piel que le habían diagnosticado hacía no mucho tiempo, pero no sin antes haber peleado hasta el último momento y siempre con el mejor de los talantes.
Fue uno de esos grandes que nos deja grandes lecciones de vida: reinventarse, compartir, ser valientes ante la adversidad, trabajar y no rendirse nunca.
Michael, no te olvidaremos nunca, no solo el mundo del deporte, sino todos aquellos que, sin conocerte, te apreciábamos profundamente como si hubiéramos compartido unas cañas contigo.